La ciudad vivió con cierta indolencia la festividad de su patrón. Muy pocos fueron los sevillanos que asistieron a venerar a Fernando III de León y de Castilla, el Santo, este laborable día 30 de mayo. A las 8:15 se procedía a la apertura de la urna y a las 8:30 daba comienzo la primera misa. A las 10:00 estaba prevista otra con presencia de la corporación municipal y el Cabildo Catedral, y a las 12:00 la dedicada a los militares.
Entre las 9:00 y las 10:00, aproximadamente, quedaba abierto el pasillo que conducía a la urna de plata, ubicada a las plantas de la Virgen de los Reyes en la Capilla Real de la Catedral. Un puñado de fieles contemplaron de cerca a la momia del patrón de Sevilla, que ya fue venerado el pasado 14 de mayo. Del 24 al 26 se celebró el solemne triduo en su honor, y el 23 una disertación a cargo de catedrático José Fernández López.
Escasos minutos antes de las 10:30 se cerraba el acceso a la Catedral por la Puerta de Campanillas. "Esta puerta ya es sólo de salida", explicaba una vigilante a varios devotos que intentaban entrar por la Puerta de los Palos, que se mantenía abierta sólo para quienes abandonaban el templo. Algunos se marchaban algo contrariados, sin poder conocer cuándo y por dónde podrían acceder para ver al Santo. "A las 17:00 se vuelven a abrir para las visitas turísticas", afirmaba otro vigilante más tarde.
Mientras tanto, decenas de grupos de turistas se daban cita en este entorno monumental. "¿Se celebra algo especial ahora?", preguntaba una viajera a dos agentes de la Policía Local, ante el llamativo dispositivo desplegado con vallas y varios furgones de Policía Nacional. Chinos, japoneses, italianos, alemanes, franceses... y acentos de todas partes se oían junto al Alcázar. Allí formaba el Ejército de Tierra, que cruzaría después la Plaza del Triunfo. Sonaron marchas militares y el Himno Nacional en honor al Rey Santo. Tímidos aplausos de los presentes tras el desfile.
La ciudad vivió con cierta indolencia la festividad de su patrón. Muy pocos fueron los sevillanos que asistieron a venerar a Fernando III de León y de Castilla, el Santo, este laborable día 30 de mayo. A las 8:15 se procedía a la apertura de la urna y a las 8:30 daba comienzo la primera misa. A las 10:00 estaba prevista otra con presencia de la corporación municipal y el Cabildo Catedral, y a las 12:00 la dedicada a los militares.
Entre las 9:00 y las 10:00, aproximadamente, quedaba abierto el pasillo que conducía a la urna de plata, ubicada a las plantas de la Virgen de los Reyes en la Capilla Real de la Catedral. Un puñado de fieles contemplaron de cerca a la momia del patrón de Sevilla, que ya fue venerado el pasado 14 de mayo. Del 24 al 26 se celebró el solemne triduo en su honor, y el 23 una disertación a cargo de catedrático José Fernández López.
Escasos minutos antes de las 10:30 se cerraba el acceso a la Catedral por la Puerta de Campanillas. "Esta puerta ya es sólo de salida", explicaba una vigilante a varios devotos que intentaban entrar por la Puerta de los Palos, que se mantenía abierta sólo para quienes abandonaban el templo. Algunos se marchaban algo contrariados, sin poder conocer cuándo y por dónde podrían acceder para ver al Santo. "A las 17:00 se vuelven a abrir para las visitas turísticas", afirmaba otro vigilante más tarde.
Mientras tanto, decenas de grupos de turistas se daban cita en este entorno monumental. "¿Se celebra algo especial ahora?", preguntaba una viajera a dos agentes de la Policía Local, ante el llamativo dispositivo desplegado con vallas y varios furgones de Policía Nacional. Chinos, japoneses, italianos, alemanes, franceses... y acentos de todas partes se oían junto al Alcázar. Allí formaba el Ejército de Tierra, que cruzaría después la Plaza del Triunfo. Sonaron marchas militares y el Himno Nacional en honor al Rey Santo. Tímidos aplausos de los presentes tras el desfile.
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